Historia de CAUTXU 2000

Nuestra empresa, CAUTXU 2000, S.L., a lo largo de su historia ha integrado un conjunto de tres conceptos tecnológicos, base en la que  sustenta sus actividades y productos.

Bases tecnológicas

Por orden cronológico y tecnológico, en un principio fabricábamos componentes de cauchos y siliconas destinados a la industria automotriz, electrodomésticos, maquinaria y equipos en general. Nuestros clientes de entonces, al igual que en la actualidad, son los auténticos diseñadores de sus equipos, y nuestra colaboración se inicia en el momento que recibimos planos de una pieza, en donde  se indican las especificaciones técnicas de materiales, y de diseño. Con esta información desarrollamos y ponemos en marcha todos los protocolos necesarios para asegurar y garantizar la producción y control de calidad.

A los protocolos necesarios para garantizar la producción y el control de calidad los denominamos “tecnología base”.

Transformación vinícola

Siguiendo con el orden cronológico, hace unos años empezamos a fabricar tapones para laboratorio e industria en general.

La denominada tecnología base, resultó insuficiente para la fabricación de tapones, debido a que muchos de nuestros clientes no disponen ni de planos ni de especificaciones técnicas tipificadas con respecto al tapón, en contrapartida son unos verdaderos expertos en el contenedor y el contenido que desean taponar.

Por ello creamos el departamento de investigación y análisis de “contenedores y contenidos” para determinar con exactitud el diseño y material mejor adaptados en cada caso y así garantizar la función óptima del tapón.

A la investigación y desarrollo de soluciones de tapado la denominamos “tecnología del taponado”.

Simultaneidad de parámetros

Hace unos 20 años, nos propusimos fabricar tapones silicona para barricas de vino, pero.... habríamos de encontrarnos con una peculiaridad, que nos llevaría al desarrollo del tercer puntal tecnológico al que denominamos “la interacción”.

La peculiaridad es que el vino, no es un elemento estático que siempre y en todo lugar mantiene el mismo comportamiento, el vino tiene vida propia, y evoluciona en múltiples parámetros.

Este era el reto, y deseábamos resolverlo. Empezando por el principio y apoyados en nuestra “tecnología base” desarrollamos la materia prima básica. Nos decidimos por silicona 100% uso alimentario, pero queríamos que nuestra silicona también fuese totalmente inerte en cuanto a olores y sabores, porque el vino, indiscutiblemente es un producto alimentario, pero también es un producto destinado a la satisfacción de los sentidos, y queríamos que nuestros tapones fuesen completamente pasivos y no aportasen distorsiones sensoriales al sistema barrica-tapón-vino, respetando así las decisiones de cada enólogo y sus caldos. Para asegurar nuestro proyecto y la seguridad a nuestros clientes, basamos nuestra formulación en siliconas clínicas para contacto específico con el cuerpo humano, mejorando así las prestaciones que nos habíamos propuesto.

Establecimos todos y cada uno de los parámetros de fabricación con minuciosidad, y responsabilidad. Habíamos finalizado con éxito la tecnología de base y podíamos certificar nuestros procesos y resultados.

Siguiendo los protocolos de nuestra tecnología de tapado empezamos a profundizar en el conocimiento de las barricas, y pudimos constatar que la riqueza de variedades y prestaciones de las barricas es muy amplia, a diferencia por ejemplo de un matraz de laboratorio que está plenamente  tipificado.

Supimos apreciar esta riqueza, y lejos de promover un tapón único, nos propusimos preservar estos valores ofreciendo a cada barrica su tapón específico, diseñamos un número importante de medidas adaptadas a las características propias de cada diámetro de boca de carga.

Profundizando en el estudio de los diferentes métodos de vinificación, de nuevo constatamos que la riqueza de procesos de vinificación a nivel mundial es amplísima, siendo una de las tradiciones más bella con las que nos podríamos haber encontrado.

Esta diversidad nos impulsó a diseñar diferentes modelos aplicables a cada método de vinificación dependiendo de su origen.

Habíamos resuelto el reto. Paralelamente habíamos adoptado un nuevo puntal tecnológico, que consiste en mantener viva la relación en sus múltiples parámetros vino-tapón-barrica, y lo denominaríamos “la interacción”.

La actualidad

En la actualidad los Tapones Silicona CAUTXU 2000 han logrado posicionarse en el mercado mundial como referente de calidad, seguridad y buen precio, ello se confirma por los resultados conseguidos en los últimos años, y la alta valoración de nuestros clientes toneleros y bodegueros a nuestra marca.

Seguramente, porque somos una empresa con inquietudes participaremos en nuevos proyectos en el futuro, y  seguramente integraremos nuevos caminos, pero, podemos asegurar que tanto nuestras bases tecnológicas como las de comportamiento de nuestros productos y de nuestro equipo seguirán siendo el compromiso de calidad y servicio, que deseamos ofrecerles.